martes, 12 de marzo de 2013

Hace unos pocos meses no salía de su asombro al

reconocer «mamá»; hoy, es un relato entero el que

emerge de la lluvia de las palabras. Se ha convertido en

el héroe de sus lecturas, aquel en quien el autor había

delegado desde la eternidad para liberar a los

personajes atrapados en la trama del texto a fin de que

ellos mismos le arrancaran de las contingencias del día.